Calidad de vida
- Angélica Figueroa
- 10 may 2015
- 1 Min. de lectura
La calidad de vida abarca el bienestar físico, social, psicológico, espiritual [1].
El bienestar físico se determina por la actividad funcional, la fuerza o la fatiga, el sueño y el reposo, el dolor y otros síntomas [1].
El bienestar social, tiene que ver con las funciones y las relaciones, el afecto y la intimidad, la apariencia, el entretenimiento, el aislamiento, el trabajo, la situación económica y el sufrimiento familiar [1].
El bienestar psicológico se relaciona con el temor, la ansiedad, la depresión, la cognición, y la angustia que genera la enfermedad y el tratamiento [1].
Por último, el bienestar espiritual abarca el significado de la enfermedad, la esperanza, la trascendencia, la incertidumbre, la religiosidad y la fortaleza interior [1].
En consonancia con esto, se trabaja por estimular las principales conductas relacionadas con los estilos de vida que constituyen comportamientos protectores, tales como la práctica regular de ejercicios físicos, las prácticas nutricionales adecuadas, la reducción de consumo de sustancias tóxicas, las prácticas de seguridad y protección, prácticas adecuadas de higiene, participación en programas promocionales y preventivos, aprendizaje de recursos personales para minimizar la acción del estrés, uso de servicios sanitarios de la comunidad, entre otros [2].

Referencias
[1] Vinaccia, S., & Orozco, L. (2005). Aspectos psicosociales asociados a la calidad de vida de personas con enfermedades crónicas. Diversitas, 1(2), 125-137. Obtenido de http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?pid=S1794-99982005000200002&script=sci_arttext
[2] Libertad, M. A. (2003). Aplicaciones de la psicología en el proceso salud enfermedad. Rev Cubana Salud Pública, 29(3), 275-81. Obtenido de http://scielo.sld.cu/pdf/rcsp/v29n3/spu12303.pdf
Comments